¡¡SONREÍR … LO QUE ES SONREÍR… ES FÁCIL!!

 
 
 

¡¡SONREÍR … LO QUE ES SONREÍR… ES FÁCIL!!

Con todos mis respetos… sonreír, lo que es sonreír… ¡¡es fácil!1

Otra cosa es … ¡ Que sonrisa tiene ! ¡ Se ríe con el alma ! . A veces nos reímos con alguien de algo o de alguien por algo o lo que es peor…. ¡joder es de risa!

Nunca pensé durante mis primeros sueños de médico que me dedicaría a construir sonrisas y después de más de 20 años en el tajo aun busco la esencia;  joder, joder como conseguiría que mis porcelanas o ese vituperado circonio transmitieran alegría de vivir, fuesen los pilares de una bella sonrisa del alma. Estoy seguro de que la esencia está ahí dentro donde solo vosotros podéis arrebañar. Allí donde no llega el cazo y es mejor utilizar la mano.

Una vez sentados y en confianza; aquí entre nosotros… No siempre la técnica ni siquiera la buena técnica cambia el rostro o sacia una obsesión. Siento verdadero miedo cuando los o las me miran con fe y esperanza o cuando me «harían» sentirme bueno o lo que es peor único para saciar sus expectativas, «Doctor le voy a traer una foto de cuando yo era joven, verá que sonrisa tenía, quiero los mismos dientes «

La esencia de mi profesión es la historia clínica; me siento cual inspector de policía, agente de CSI tirando de pistas, escudriñando un pasado, la historia de un dolor o… ese «fue de pronto estaba comiendo un pico  y zasss¡ » y ahora que? me susurro a mis adentros, ¿como desmonto yo todo esto?, yo que soy tan listo que ya sé que la solución es un empaste ,una funda o aun mejor un implante y una corona de circonio. De verdad amigos, somos lo que comemos y nuestras medidas hablan de nuestros hábitos y nuestra boca chilla a los cuatro vientos nuestras debilidades.

Un dentista debe llegar mucho más lejos que de un premolar o que de una solución de unos dientes desalineados o que de una simple  limpieza bucal. Un dentista debe saber que la boca y sus muebles solo son fachada de un interior con historia; deben saber que lo que aparentemente es un simple desgaste puede ser la huella de un desencanto amoroso o lo que es mas interesante, de una vida azarosa o de desilusiones que acaban en un rechinar de dientes o…¡ NO POR DIOS ¡  de un niño con miedo.

Así y así podríamos descubrir con nuestra historia que fue de aquella sonrisa de los quince o los veintes. ¿Por qué dejó de brillar? ¿Será cuestión de porcelana o es que le falta circonio?

Queridos amigos espero con este recomienzo se cada día mejor.  Rebañaré vuestros fondos hasta sacar brillo a vuestra sonrisa.

 

Javier Acero

 

 

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